lunes, 5 de mayo de 2008

MIS MUJERES DE PELÍCULA: GABRIELLE ANWAR

Película: Perfume de Mujer (Scent of a Woman).
Dirección: Martin Brest.
Elenco: Al Pacino, Chris O' Donell, Philip Seymour Hoffman, James Rebhorn.
Vista en: Mayo 1998 en Cinecanal.

Tan sólo diez minutos bastaron para que Gabrielle Anwar quedara en mi retina de espectador con Perfume de Mujer, un exitoso remake del clásico de 1974 dirigido por Dino Risi, pero ahora protagonizado por el maestro Al Pacino y por el entonces novato Chris O' Donell. El film narra la historia de Charlie Simms (O' Donell), un estudiante de preparatoria que toma un trabajo de fin de semana como asistente de Frank Slade (Pacino), un oficial militar ciego ya retirado. Slade es un hombre de mediana edad amargado y agobiado por su discapacidad, que decide realizar un último viaje a Nueva York y disfrutar lo que él considera sus últimos placeres antes de cometer suicidio, llevando consigo a Charlie sin su previo consentimiento. Por otro lado, Charlie se encuentra enfrentando un gran problema estudiantil debido a una broma pesada jugada al director de la escuela por unos compañeros, acusado de ser un testigo y de tener la obligación de delatar a los autores para así no ser expulsado por encubridor.

Yo tenía sólo 15 años cuando quedé maravillado por aquél precioso rostro de mujer inocente y seria a la espera de su novio en un elegante restaurante, mientras conoce a Charlie y Frank. Creo que no existe nadie que no reconozca a Perfume de Mujer con esta escena, la misma que le hizo merecedor del Oscar a Pacino y la misma que me hizo caer rendido a los pies de esta bella actriz inglesa nacida en el invierno del ´70.

Todo comienza cuando Charlie y Frank llegan a comer al restaurante, mientras piden algo de beber al mozo, la cámara los enfoca y detrás de ellos, en una mesa aledaña, se ve la solitaria silueta de Donna (Anwar) tomando agua y mirando al vacío. En ese momento ya podría vislumbrar lo que se venía; y mis sospechas se hicieron realidad cuando Frank huele el perfume de ella y decide junto a Charlie ir a conversar. Por supuesto, lo mejor viene después: una conversación llena de galantería por parte de Frank, inocencia por parte de Charlie y desborde de belleza por parte de Donna. Una situación que, hasta el día de hoy, ruego que me suceda a mí.

El tango entre Frank y Donna merece mención aparte, no tanto por la perfecta estética de la escena, si no por la ternura y delicadeza que exhalan al bailar. Toda la secuencia es hermosa, desde la precavida tomada de las manos hasta la postura final del baile con la pierna de Donna sobre la de Frank. Imposible en todo ese lapso no quitarle los ojos de encima a Gabrielle ni sonreír cuando ella sonríe con cada cambio de movimiento. Debo confesar que gracias a ella, “Por una cabeza” es mi tango favorito y cada vez que puedo, observo la película sólo para mirar esta escena.

Finalmente, cuando Frank le dice a Donna que baile con Charlie, llega Michael, el novio de Donna, y como toda hermosura que está pololeando, el novio es un pelmazo y un completo idiota que no se la merece. Al igual que Frank y Charlie, me quedé mirando para siempre a Donna despedirse como el ángel que es, mientras Michael se la lleva casi corriendo a juntarse con Darryl y Carol.


Para Antonio Duarte... porque sé que es una de sus musas también.


Por Pablo Font Rojo.

1 Comentarios: Publicar un comentario

  • Blogger Marcelo Núñez Silva (2:19 p. m.)  

    Lo importante es recordar tambien que a la bella Donna si que le gusto Charlie, para mi fue una digna demostracion que a veces las personas no son tan inalcansable como pensamos... bueno de todos modos yo igual despues de esa escena respete el Tango.