COMENTARIO: TARNATION
Guión: Jonathan Caouette.
Jonathan Caouette es el hijo de una familia disfuncional de Texas, y nos cuenta su vida. Monta un torbellino psicodélico con sus recuerdos, fotos familiares, películas caseras grabadas desde los 13 años, diarios en vídeo, cortos primerizos y por fin, su llegada a Nueva York, independizado y gay. Caouette aprendió a olvidar fingiendo frente a una cámara, educándose con series B de terror, con el teatro musical. Aprendió a espantar su niñez, el desamparo y los abusos, la esquizofrenia de su madre a la que vio violar, su paso por instituciones de caridad, la autodestrucción. Haciendo cine, Caouette se reinventó a sí mismo.
Nunca aquella frase de que “el cine es el arte que representa más fielmente la vida real”, había adquirido tanta veracidad como en Tarnation. Jonathan Caouette es un niño que desde los 13 años ha grabado su vida y ahora, que ya cumplió los 30, nos muestra mediante un archivo de fotos, imágenes, videos y un sinnúmero de técnicas audiovisuales, su vida y el sufrimiento que le ha tocado llevar a partir de una disfuncional familia desde su niñez. Capítulos casi insoportables visualmente, que cualquier ser humano preferiría nacer de nuevo antes que vivirlos.
Desde niño, Jonathan filmaba cada una de las situaciones familiares y su vida en general. Una infancia llena de abusos y la relación con su madre que, a partir de severos daños, alcanzó con los años un grado de esquizofrenia y discapacidad mental que la tuvieron al borde de la muerte, es llevado a la pantalla con exquisitas técnicas de edición, audio y fotomontaje, muy acorde con la tecnología y la generación MTV, y una narración estridente, envolvente, a ratos bordeando la demencia, tal como la vida misma de Jonathan que se nos cuenta durante los 88 minutos de duración de este “documental”.
Relatos escalofriantes, como la violación que sufrió su madre, la sensación que tuvo Jonathan cuando consumió la mezcla de 2 fuertes drogas, su incursión en el mundo del cine under local y el desarrollo de su homosexualidad a muy temprana edad, son develados sin tapujos, y con sinceridad, a partir de esta recopilación de material. Y si bien existen varios pasajes en donde la búsqueda de testimonios dramáticos algo forzada es evidente, resultan necesarios, y termina siendo mucho más importante el hecho de que estamos viendo a personas reales, y no a personajes.
En contraposición, puede que exista cierto resquemor por parte del espectador al enfrentarse con un trabajo demasiado egocéntrico (y sin miedo, digo narcisista), pero el resultado, si bien es fuerte y como dije en algún momento, a ratos insoportable visualmente (como al ver a su madre lúcida pero absolutamente incoherente), sabe traspasar la fibra y dejarnos completamente vulnerables ante los distintos episodios de terapias, adopciones, sobredosis, maltratos, discriminación y soledad absoluta en largos pasajes de la vida del protagonista.
Con sólo 218 dolares y un software de Apple, pero con el apoyo económico en la producción ejecutiva de Gus Van Sant que, sin duda, fue factor fundamental para que el film haya tenido la difusión y distribución que tuvo y no quedarse entre los miles de documentales nacidos de bajo presupuesto, Jonathan Caouette nos regala su vida en formato documental autobiográfico. Un pseudo trabajo experimental con aires de soberbia para algunos, una obra maestra para otros. Nunca creí que diría esto, pero lo que si sabemos, es que “la vida es una sola... y hay que disfrutarla”. (frase obsoleta y retrograda que alguien alguna vez la cantó, otro la escribió, alguien por ahí la recitó… ahora la entendemos frente a un televisor).
“Ten paz con Dios, como quiera que lo concibas. Y más allá de tus esfuerzos y aspiraciones en la ruidosa confusión de la vida, vive en paz con tu alma. Pese a las mentiras, los dolores y los sueños perdidos… el mundo es maravilloso”.
Por Wladimyr Valdivia Westphal.
Trailer:
2 Comentarios: Publicar un comentario
Anónimo (1:13 p. m.)
una mierda tu comentario.
Unknown (8:35 a. m.)
Extraordinara e imprescindible si estás abierto a comprender una vida más allá de la tuya.