jueves, 8 de mayo de 2008

COMENTARIO: IRON MAN

EEUU, 2008, 126 min.
Título Original: Iron Man.
Dirección: Jon Favreau.
Guión: Mark Fergus, Hawk Ostby.
Elenco: Robert Downey Jr., Terrence Howard, Jeff Bridges, Gwyneth Paltrow, Leslie Bibb, Shaun Toub, Faran Tahir, Sayed Badreya, Clark Gregg.

Basada en el comic de MARVEL, narra la historia del industrial multimillonario y genio inventor Tony Stark, el mayor contratista de armamento del Gobierno norteamericano. El estilo de vida despreocupado de Tony cambia de manera radical cuando su convoy sufre un ataque, tras una prueba de armamento que supervisa personalmente, y se ve convertido en prisionero de un grupo de insurgentes. Herido por un fragmento de metralla que se aloja cerca de su corazón ya debilitado y pone en peligro su vida, Tony se ve forzado a crear un arma devastadora para Raza (Faran Tahir), el misterioso cabecilla de los insurgentes, ignorando sus exigencias. Tras su regreso, Tony debe afrontar la realidad de su pasado y decide emprender un nuevo rumbo con Industrias Stark, comprometiéndose a proteger el mundo y corregir sus injusticias.


Tony Stark (Robert Downey Jr.) es el socio mayoritario de “Industrias Stark”, la compañía más grande de armamento estadounidense. Tony, quien lleva una vida de playboy, lujos y relajos, se ha encargado durante años -siguiendo los pasos de su padre- de proteger los intereses civiles y bélicos de Norteamérica. Un día, es capturado quedando prisionero en manos de un grupo revolucionario y obligado a fabricar su último misil en contra de su voluntad. A cambio, ellos le salvan la vida con una cápsula de energía que le mantiene el corazón en marcha. Obligado por la necesidad de escapar y evitar un siniestro complot militar por lucha de intereses, Tony hace uso de su conocimiento para escapar con vida, pero esta vez como su alter ego, Iron Man.

Dirigida por Jon Favreau (Elf, Zathura), Iron Man es un ejercicio fílmico postmoderno, en donde la buena vida, el acero y el rock (trilogía algo extraña, pero demasiado efectiva) están al servicio de un ultra digitalizado trabajo lleno de acción en su estado más puro, sin segundas intenciones, y lo más importante, digerible, gracias al excelente trabajo actoral de Robert Downey Jr. (Asesinos Por Naturaleza, Zodiac) y a un director que se estudió el manual de “buenas películas de superhéroes”, ajustándose al formato y aprobando con holgura. Hasta Gwyneth Paltrow (Shakespeare Enamorado, Los Excéntricos Tenenbaums), quien interpreta a Pepper, mano derecha de Tony, luce atractiva y creíble entre tantas luces, fierros y computadoras de última generación.

Tras fallidos intentos de llevar superhéroes a la pantalla grande, (entiéndase Hulk, Daredevil o El Jinete Fantasma, entre tantos otros bodrios), Iron Man reivindica el género con creces. A pesar de llevar un contenido lógico y predecible, nos hacemos amigos de Tony y fans de sus irreverencias, y logramos incluso apegarnos a su historia -carga dramática incluida- que lo obligó a convertirse en el hombre de hierro. Algo que quizás es lo que mas cuesta en este tipo de cintas, acostumbrados a que se nos invada con efectos especiales, telas de araña y bolas de fuego ante el más mínimo enemigo, lo que a la larga resta a la comprensión del perfil humano de un héroe de estas características. El respeto que el director le tuvo al comic al momento de realizar la película se nota, lo que se refleja perfectamente en la manera de llevar al villano a la pantalla, Iron Monger, interpretado por Jeff Bridges de manera notable.

Cuento aparte es la banda sonora. Imposible no disfrutar ver a Tony sobrevolar los aires y destruir aeroplanos con sólo mirarlos, mientras habla por “microcelular” con su asistente, al ritmo del clásico de Black Sabbath, tema de igual título que la película. ¿La cinta contiene frivolidades y situaciones estereotipadas? Si. Y es quizás ahí el mérito del director y el protagonista, que suple ciertos vacíos con entretenidas y emocionantes escenas. Algo difícil de encontrar en un corazón de hierro. No por nada la secuela ya entró en tierra derecha.


Por Wladimyr Valdivia Westphal.


Trailer:

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