domingo, 24 de septiembre de 2006

COMENTARIO: UNITED 93

EEUU-Francia-Reino Unido, 2006, 91 min. (web oficial)
Título Original:
United 93.
Dirección:
Paul Greengrass.
Guión: Paul Greengrass.
Elenco:
Becky London, Cheyenne Jackson, David Alan Basche, Olivia Thirlby, Christian Clemenson, Polly Adams, Tom O'Rourke, Trish Gates, Ray Charleson.



United 93 relata la historia de los pasajeros, de la tripulación y de los controladores aéreos que vieron con creciente horror cómo el vuelo 93 de United Airlines se convertía en el cuarto avión secuestrado el día que tuvo lugar el peor ataque terrorista jamás perpetrado en territorio estadounidense: el 11 de septiembre de 2001. United 93 recrea el fatal vuelo en tiempo real, desde el despegue, pasando por el secuestro, hasta el momento en que los pasajeros se dan cuenta de que forman parte de un plan de ataque perfectamente coordinado. La película intenta entender el miedo y las valientes decisiones de esas personas que, en 90 minutos, pasaron de ser meros pasajeros de un avión a convertirse en íntimos aliados enfrentados a una situación impensable.

A ver... siempre va a ser muy difícil opinar sobre una película de este tipo, en la cual conocemos el final y el destino de cada uno de los personajes y, más encima, sabiendo que todo lo que uno presenció resultó ser real. Y debo reconocerlo, la arrendé con cierto prejuicio, esperando algo de melodrama y sucio patriotismo norteamericano. Pero por suerte, al término de los 90 minutos que dura el film, y luego de desatar el nudo en mi garganta, puedo decir que, como expresión de arte y cine de suspenso (olvidando un poco lo que significa el film), es quizás lo mejor que he visto en los últimos años. Y hablo en serio.

Debido a que no existía un informe exacto que describiera el secuestro y la reacción de los rehenes con suficiente detalle, el director Paul Greengrass (
La Supremacía de Bourne, Bloody Sunday) improvisó con gran cuidado algunos de los hechos, ya que tenía una misión clara: tratar con palillos el tema -por razones obvias-, sin dejar de lado el realismo y sufrimiento que vivieron cada uno de los pasajeros y tripulación del vuelo 93, además de que este hecho no se viera superado por el principal accidente de aquel día (la caída de las torres). Y lo logró con creces, con una utilización de zooms, primeros planos y cámaras en mano muy al estilo de 24 durante casi toda la película; una gama de actores no acostumbrados a verlos en cine, interpretando de manera brillante cada uno de los personajes (desde los controladores de mando, secuestradores, pasajeros, hasta la tripulación); una banda sonora que pasa hasta inadvertida, pero que aparece en los momentos exactos, ya que casi el 90% del film es sin música incidental; y lo más importante, una mezcla perfecta: un emotivo y sensible tributo a los fallecidos de los hechos y sus familiares, mediante imágenes dramáticas, de crudo realismo, pero sin discursos políticos, sin caer en lo grotesco, y mostrando la acción en base a lo que es y debiera ser siempre la esencia del cine: las emociones. Y sin estrellas de turno.

Sin mostrar la vida personal de ningún personaje, sin representar en ninguno de ellos ningún arquetipo a los que nos tiene acostumbrada la industria norteamericana en sus films dramáticos, y sin ningún matiz narrativo que nos distraiga de los reales acontecimientos ocurridos en ese avión, creo que la vara a
World Trade Center de Oliver Stone, próxima a estrenarse (y a futuros films de supuesto suspensos dramáticos), le quedó casi, más alta que las mismas Torres Gemelas. Pero claro, tampoco se espera mucho de ella después de ver el trailer.

(Wladimyr Valdivia W.)



TRAILER:

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