CRÍTICA: "ESPEJOS SINIESTROS"
EEUU, 2008, 110 min.
Título Original: Mirrors.
Dirección: Alexandre Aja.
Guión: Alexandre Aja, Grégory Levasseur, basado en la película surcoreana “Into the Mirror”, escrita por Sung Ho-Kim.
Elenco: Kiefer Sutherland, Paula Patton, Amy Smart, Cameron Boyce, Erica Gluck, Jason Flemyng.
Un guardia de seguridad (Kiefer Sutherland) de un centro comercial se ve envuelto en un misterio alrededor de unos escaparates con espejos en el departamento de ropa que aparentemente hacen que saque lo peor de las personas que se reflejan en ellos...
Ben Carson (Kiefer Sutherland) es un ex policía que debió dejar su trabajo tras un lamentable episodio, que le significó caer en el alcoholismo y alejarse de su esposa e hijos. Ahora, algo recuperado, consigue trabajo de nochero en un gigante centro comercial que se encuentra abandonado tras un voraz incendio. En su interior, sus salas se encuentran rodeadas de espejos, los que al pasar los días, comienzan a revelar imágenes terroríficas, obligando a Ben a tomar medidas si no quiere ver amenazada su vida y la de su familia.
“Mirrors” es la tercera cinta de terror dirigida por el francés Alexandre Aja (“Haute Tension”, “The Hills Have Eyes”) y corresponde a un nuevo remake oriental, esta vez de “Into the Mirror”, cinta surcoreana del 2003 muy reconocida entre los fanáticos del género; que no viene a hacer más que confirmar el desgaste de una fórmula ultra manoseada y que asesina sin asco alguno el desarrollo narrativo preciso y bien trabajado de las películas orientales a las cuales tratan de revitalizar, sin ningún buen resultado.
El director domina el suspenso a la perfección, sabe usar grandes planos y sabe recorrer las habitaciones llenas de espejos con su cámara de manera inquietante, impactándonos con más de alguna imagen sorpresiva que, de súbito, nos hace saltar del asiento; (es imposible que no nos intrigue ver como el reflejo de una persona en el espejo cobra vida propia), pero con eso no basta, y es el predecible argumento en lo que este nuevo intento de terror vuelve a caer como tantas que pasan y pasan por los cines. Las actuaciones son relativamente débiles y los personajes planos, con un Kiefer Sutherland a quien cuesta no verlo en su papel de Jack Bauer (“24”), como un tipo falto de sensibilidad y extremadamente “policía” hasta para mirarse frente a un espejo.
Absurdamente, la cinta cae en los mismos tips y errores de siempre, quien cualquiera que disfruta del cine de terror-suspense, podría reconocer. Sabemos que la cinta se basa en hechos demasiado fantásticos e irreales, lo que podría jugarle a favor, pero ahí pierde valor con un sadismo absurdo, un gore forzado y fuera de contexto, que se pierde en un guión que podría haber sido muy atractivo y efectista. La película cuenta con momentos altos, como sus primeros 5 minutos o diversas escenas que, por lógica, nos impactan, pero es cuando se comienzan a explicar los hechos, donde la cinta se hunde y bordea hasta el ridículo. Convengamos: no es la peor película de terror que podamos ver, simplemente vemos como un nuevo director que prometía, se vende al mejor postor. Alexandre Aja llegaba como la nueva apuesta del gore contemporáneo, y terminó sirviendo su talento al gran mercado comercial.
Así como Freddy Krueger nos obligó a mantenernos despierto más de alguna noche por miedo a encontrarlo, al parecer los fantasmas tras los espejos ya no nos dejan con el temor de ir al baño solos o, al menos, su versión norteamericana, no. A no tomársela tan en serio, y prepárense para reír durante algunos minutos.
Título Original: Mirrors.
Dirección: Alexandre Aja.
Guión: Alexandre Aja, Grégory Levasseur, basado en la película surcoreana “Into the Mirror”, escrita por Sung Ho-Kim.
Elenco: Kiefer Sutherland, Paula Patton, Amy Smart, Cameron Boyce, Erica Gluck, Jason Flemyng.
Un guardia de seguridad (Kiefer Sutherland) de un centro comercial se ve envuelto en un misterio alrededor de unos escaparates con espejos en el departamento de ropa que aparentemente hacen que saque lo peor de las personas que se reflejan en ellos...
Ben Carson (Kiefer Sutherland) es un ex policía que debió dejar su trabajo tras un lamentable episodio, que le significó caer en el alcoholismo y alejarse de su esposa e hijos. Ahora, algo recuperado, consigue trabajo de nochero en un gigante centro comercial que se encuentra abandonado tras un voraz incendio. En su interior, sus salas se encuentran rodeadas de espejos, los que al pasar los días, comienzan a revelar imágenes terroríficas, obligando a Ben a tomar medidas si no quiere ver amenazada su vida y la de su familia.
“Mirrors” es la tercera cinta de terror dirigida por el francés Alexandre Aja (“Haute Tension”, “The Hills Have Eyes”) y corresponde a un nuevo remake oriental, esta vez de “Into the Mirror”, cinta surcoreana del 2003 muy reconocida entre los fanáticos del género; que no viene a hacer más que confirmar el desgaste de una fórmula ultra manoseada y que asesina sin asco alguno el desarrollo narrativo preciso y bien trabajado de las películas orientales a las cuales tratan de revitalizar, sin ningún buen resultado.
El director domina el suspenso a la perfección, sabe usar grandes planos y sabe recorrer las habitaciones llenas de espejos con su cámara de manera inquietante, impactándonos con más de alguna imagen sorpresiva que, de súbito, nos hace saltar del asiento; (es imposible que no nos intrigue ver como el reflejo de una persona en el espejo cobra vida propia), pero con eso no basta, y es el predecible argumento en lo que este nuevo intento de terror vuelve a caer como tantas que pasan y pasan por los cines. Las actuaciones son relativamente débiles y los personajes planos, con un Kiefer Sutherland a quien cuesta no verlo en su papel de Jack Bauer (“24”), como un tipo falto de sensibilidad y extremadamente “policía” hasta para mirarse frente a un espejo.
Absurdamente, la cinta cae en los mismos tips y errores de siempre, quien cualquiera que disfruta del cine de terror-suspense, podría reconocer. Sabemos que la cinta se basa en hechos demasiado fantásticos e irreales, lo que podría jugarle a favor, pero ahí pierde valor con un sadismo absurdo, un gore forzado y fuera de contexto, que se pierde en un guión que podría haber sido muy atractivo y efectista. La película cuenta con momentos altos, como sus primeros 5 minutos o diversas escenas que, por lógica, nos impactan, pero es cuando se comienzan a explicar los hechos, donde la cinta se hunde y bordea hasta el ridículo. Convengamos: no es la peor película de terror que podamos ver, simplemente vemos como un nuevo director que prometía, se vende al mejor postor. Alexandre Aja llegaba como la nueva apuesta del gore contemporáneo, y terminó sirviendo su talento al gran mercado comercial.
Así como Freddy Krueger nos obligó a mantenernos despierto más de alguna noche por miedo a encontrarlo, al parecer los fantasmas tras los espejos ya no nos dejan con el temor de ir al baño solos o, al menos, su versión norteamericana, no. A no tomársela tan en serio, y prepárense para reír durante algunos minutos.
Trailer (subtitulado):
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