domingo, 29 de julio de 2007

COMENTARIO: TRANSFORMERS

EEUU, 2007, 142 min. (web oficial)
Título Original:
Transformers.
Dirección:
Michael Bay.
Guión:
Roberto Orci, Alex Kurtzman, John Rogers.
Elenco:
Shia LaBeouf, Tyrese Gibson, Megan Fox, Josh Duhamel, Anthony Anderson, John Turturro, Jon Voight, Rachael Taylor.


Hace muchos siglos que dos razas de alienígenas robóticos, los Autobots y los Decepticons, empezaron una guerra por el destino del universo. Cuando la batalla llega a la Tierra, lo único que separa a los malvados Decepticons del poder absoluto es el joven Sam Witwicky (Shia LaBeouf). Pero Sam no es más que un adolescente como tantos otros, que se interesa por el instituto, los amigos, los coches y las chicas. Sin saber que representa la última oportunidad para la supervivencia de los seres humanos, Sam y su amiga Mikaela (Megan Fox) se ven envueltos en la guerra entre los Autobots y los Decepticons. El mundo depende de Sam, que por fin entiende el sentido del lema de la familia Witwicky: “No hay victoria sin sacrificio”.

Para cualquiera que haya visto los artículos anteriores de esta página respecto al tema, entenderá que las expectativas que habían en torno a esta película eran grandes. Es cierto, sabía que me iba a encontrar con un producto norteamericano que Michael Bay, a estas alturas, casi fabrica en serie (
Armageddon, Pearl Harbor). También sabía que la morena exquisita y el adolescente de turno de buenas intenciones serían más protagonistas que los propios robots. Se anunció desvergonzadamente que el film serviría para exhibir los últimos diseños de la Chevrolet y Ford, además de los últimos y espectaculares modelos de artillería del glorioso ejército y la fuerza aérea de los EEUU. Era capaz de soportar todo eso y más, sólo con tal de ver a Optimus Prime y Megatron en acción, y dejarlos bien parados frente al mundo y frente a todos los fanáticos de la serie. El resultado: 2 horas y media perdidas.

Antes que todo, dejar aparte el derroche de tecnología y efectos audiovisuales de última generación que
Spielberg y su productora desmontan en el film. Los recursos económicos no corresponde comentarlos.

Que se puede decir…
Para quienes no conocen la trama real de la historia y se enfrentan ante una película de ficción como tantas otras, la película cuenta cómo una raza de robots alienígenas llega a la Tierra en busca de un “misterioso” cubo que les permitirá dominar nuestro planeta. Atacando bases militares norteamericanas en Bagdad y robando información secreta con la más alta tecnología intentan dar con el paradero de este cubo, llegando a parar finalmente donde un joven estudiante en plena pubertad (y todo lo que esto implica) cuyo abuelo es la única pista para dar con el famoso cubo. Por cierto, existe una raza de robots “buenos”, los Autobots, que al enterarse llegan a la Tierra a proteger la pieza y al niño en cuestión. Los Autobots son encabezados por un tal Optimus Prime.. les suena?

De aquí en adelante comienza una mala comedia, en donde una rubia adolescente experta en computación aparece trabajando en conjunto con el Pentágono y el mismísimo Secretario de Defensa para salvar al mundo; un agente de una entidad secreta del gobierno termina mojado y en ropa interior respetando las decisiones de la pareja de protagonistas que dicen tener la solución (y les creen); militares bromeando en pleno tiroteo contra robots de 3 mts. de alto en pleno desierto; etc, etc, etc, etc.

Hay películas para todos los gustos. Algunas que te dan trabajo al pensar, otras que no. Los objetivos son distintos: entretener, emocionar, reflexionar, sorprender. Hay para todo. Transformers perfectamente podría haber sido una película básica, con mal argumento, pero coherente y que al fin y al cabo entretenga. Pero ver a Ratchet de 50 toneladas escondiéndose en una casa, o a Bumblebee girando y sentándose cual
Will Smith en las calles de Bel-Air, quita toda credibilidad, y genera este tipo de anticuerpos contra un mercado que busca la risa fácil y el dinero mal gastado. Al parecer, Bay no entendió muy bien el lema de la familia del protagonista: “No hay victoria sin sacrificio”… la del cura Gatica.

Insisto: el cine comercial no es malo. Hay grandes películas de poco contenido, pero que cumplen su misión. Y es bueno que existan. No se trata de ser amante del cine arte ni adorar a
Lynch o a Jodorowsky. Pero como todas las cosas, hay que hacerlas bien para que surtan efecto. Pero una vez más me sentí estafado. Y lo peor de todo, es que ni Optimus Prime ni el mismísimo Megatron se habrían imaginado que reaparecerían frente al mundo, ya no como robots, sino como simples títeres. Y malos títeres.

(Wladimyr Valdivia W.)


TRAILER:

0 Comentarios: Publicar un comentario