viernes, 1 de agosto de 2008

COMENTARIO: WALL-E

EEUU, 2008, 106 min.
Título Original: Wall-E.
Dirección: Andrew Stanton.
Guión: Andrew Stanton.
Voces: Ben Burtt, Elissa Knight, Jeff Garlin, Fred Willard, John Ratzenberger, Kathy Najimy, Sigourney Weaver.

¿Qué ocurriría si la humanidad debiera abandonar la Tierra y alguien se olvidara de apagar al último robot? Tras cientos de solitarios años haciendo aquello para lo que fue construido –limpiar el planeta– WALL•E descubre una nueva misión en su vida (además de recolectar cosas inservibles) cuando se encuentra con un lustroso robot explorador llamado Eve.

Pixar lo hizo de nuevo. Y es que la compañía de animación 3D más importante del mundo no para de dar en el clavo. Toy Story (1995), Bichos (1997), Monsters Inc. (2001), Buscando a Nemo (2003) y la premiada Ratatouille (2007) son algunas de las películas con las que la empresa (ahora asociada con Walt Disney Pictures, siendo 100% su subsidiaria) ha alcanzado el éxito y el reconocimiento de chicos… y también de grandes.

Andrew Stanton (quien también escribió y dirigió la historia de Nemo) es el director y guionista de Wall-E (“Waste Allocation Load Lifters Earth-Class”, algo así como “Levantador de cargas de desecho tipo terrestre”), la historia de un robot en extremo curioso, diseñado para compactar los desechos y limpiar el planeta ya deshabitado, producto del indiscriminado mal uso que el hombre le ha dado, quien disfruta guardando la basura aparentemente servible y que sueña con descubrir algo que lo saque de su rutina. En un día silvestre, conoce a Eve (Extra-terrestrial Vegetation Evaluator), una robot exploradora de aspecto indefenso, pero que cuenta con un poderoso rayo láser, que llega con una misión secreta específica, que terminará viajando junto a su nuevo amigo a través del espacio exterior e intentando juntos revertir el destino de la humanidad tras un pequeño hallazgo natural.

Como ya es una característica en todas las cintas de Pixar, los personajes brillan y se destacan impresionantemente por el carisma y la especial “humanidad” que les otorgan. Esto último destaca aún más en esta cinta, ya que los personajes principales, ambos, ni siquiera cuentan con un rostro mediante el cual puedan transmitirnos eso, pero lo logran. El desarrollo de la historia es lo suficientemente básico y fácil de seguir como para no distraernos en algún otro detalle. No hay más que Eve, Wall-E, y el amor a primera vista que corre por los circuitos, tuercas y procesadores de nuestro amigo recolector de basura.

Con los 30 primeros minutos de película mejores logrados en una cinta de animación, ni el escaso diálogo que se desarrolla durante toda la cinta logra aburrirnos e impacientarnos. Una infinidad de momentos divertidos, exquisitas técnicas de imagen y sonido (a cargo de los más eximios especialistas en el mundo de la animación), una fotografía que rescata mucho de la ciencia ficción de los ’70, y más de algún mensaje alentador sobre la paulatina destrucción de nuestro planeta, el existencialismo y hasta la inherente estupidez humana, han sido suficientes para posicionar a Wall-E en la taquilla de todos los cines en donde ha sido exhibida.


Gracias a la impresionante actuación de cada uno de los personajes, la cinta cuenta con más emotividad y enternecedoras escenas que muchas otras comedias románticas, y la simplicidad del director para contarnos una historia de ribetes apocalípticos, hace de Wall-E sino el mejor trabajo a la fecha en animación, conjugando a la perfección cada uno de los recursos fílmicos, regalándonos una sátira social, ecológica, emotiva y -a pesar de los protagonistas- muy humana. Quizás demasiado orgánica como para ser protagonizada por robots.


Por Wladimyr Valdivia Westphal.


Trailer:

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