COMENTARIO: JUEGO DE PODER

EEUU, 2007, 97 min.
Título Original: Charlie Wilson’s War.
Dirección: Mike Nichols.
Guión: Aaron Sorkin, basado en el libro homónimo de George Crile.
Elenco: Tom Hanks, Julia Roberts, Philip Seymour Hoffman, Amy Adams, Jud Tylor, Emily Blunt, Hilary Angelo, Brian Markinson.

A principios de los ochenta, un congresista americano al que le gustaba pasarlo bien, una mujer de la alta sociedad de Houston a la que le gustaban las buenas causas, y un agente de la CIA al que le gustaban los retos, conspiraron para realizar la mayor operación secreta de la historia. Joanne Herring (Julia Roberts), una de las mujeres más ricas de Texas y virulenta anticomunista, convenció al congresista Charlie Wilson (Tom Hanks) para que ayudara a los muyahidines afganos, consiguiendo fondos y armas para expulsar a los soviéticos de Afganistán. El compañero de lucha de Charlie en esta dura batalla fue el agente de la CIA Gust Avrakotos (Philip Seymour Hoffman).

Después del éxito obtenido con Closer el 2004, el director Mike Nichols vuelve a trabajar con Julia Roberts (Notting Hill, Erin Brockovich), esta vez en un drama biográfico basado en un hecho real sobre la vida de Charlie Wilson. Protagonizada por Tom Hanks (Rescatando al Soldado Ryan, El Código Da Vinci), Wilson era un congresista de extrovertida personalidad de la ciudad de Texas, que a pesar de llevar una vida llena de excesos y oscuras historias, mantenía un gran amor por su patria, defendiendo siempre lo que le parecía justo.

A comienzos de los 80 y en plena Guerra Fría, cuando la invasión Soviética era cada vez más fuerte en Medio Oriente, motivado por la poca respuesta de los EEUU en contra de la represión, Wilson decidió usar toda su influencia para ayudar a Pakistán, Arabia Saudita y Afganistán, especialmente a este último. Apoyado por Joanne Herring (Julia Roberts), su amiga millonaria anticomunista, y junto a Gus Avrakotos (Philip Seymour Hoffman), un informado agente de la CIA, hicieron uso de toda su capacidad e influencias para crear alianzas, recorriendo el mundo entero hasta conseguir un presupuesto exorbitante para abastecer de armas y estrategias a los países indefensos y doblegar las fuerzas, en un marco de Operaciones Clandestinas que el gobierno de EEUU mantenía en contra de la URSS.

El trabajo que tuvo que desarrollar el director fue casi con carácter de documental, al plasmar los hechos que terminaron por condecorar a Charlie Wilson (personaje en los EEUU que aún sigue con vida) por su guerra frente al comunismo durante esos años. En un trabajo en conjunto con el mismo Charlie para realizar la película, conocemos la desenfadada vida del político y el manejo de información que tuvo que sostener con presidentes, abogados, agentes secretos e importantes inversionistas hasta lograr su cometido, porque tal como todos lo conocían, “lo que Wilson promete, lo cumple”.

La cinta está llena de tecnicismos políticos y bélicos, lo que puede redundar en pasajes tediosos o poco comprensibles, pero se agradece el buen tratamiento que se le da al siempre “justo y conciliador” país de Norteamérica, que en este tipo de películas suelen abusar de falsos ideales y convencernos que siempre decidirán bien por el resto de todos nosotros.

Una vez más, Tom Hanks es elegido para representar un papel lleno de egolatría y narcicismo en una película cuyo título original lleva el mismo nombre de su personaje. (Hagamos memoria: Forrest Gump, La Terminal, El Expreso Polar que lo vemos repetidamente en todos los personajes… etc, etc). Para muchos un gran actor, para quien escribe, un rostro más que si sigue haciendo más papeles con la misma y repetitiva expresión, terminará provocando arcadas. Si no, vean lo que sucede con Robin Williams o Mel Gibson. Sin duda, lo mejor de la película es el trabajo sólido y siempre creíble de Philip Seymour Hoffman (Love Liza, Capote), a quien dan ganas de entregarle un Oscar en cada película que le toca trabajar.

La cinta se traduce a fin de cuentas en guerra y política, muy bien fundamentada (con una dirección de cámara estéticamente brillante) y con un excesivo uso de la ironía, pero que no deja de ser inteligente y cuidadosa con el tema. Pero insisto, la película abunda en confusas conversaciones que obligan a no perderse para comprender el hilo narrativo. Finalmente -y junto a los créditos finales-, el mismo Charlie lo dijo tras el ocaso de la guerra: “Todo esto sucedió. Fueron hechos gloriosos que cambiaron al mundo… y luego al final, jodimos el partido”. A estas alturas, es mucho más que un partido lo que nos han jodido.


Por Wladimyr Valdivia Westphal.

Trailer: